Aires da Terra fue el grupo folcklórico gallego más importante y el primero en marcar la línea que se siguió en todo el siglo XX. Fundado por el farmacéutico pontevedrés Perfecto Feijoo, en cuya rebotica ensayaban, comenzaron a actuar en 1900 contrariando los gustos de la sociedad y al margen del aparato cultural de la época. Salvo el tamborilero que era aldeano , el resto de los componentes eran personas bien establecidas en la villa, gente de la "buena sociedad", que transportó fielmente las formas artísticas del campo a la ciudad.
Concretaron un proyecto estético bien elaborado, sin intereses económicos y con un objetivo social reivindicativo. Confiaban en los valores de una Galicia, ya por entonces desfalleciente, y querían convencer, primero a las elites y después al público en general, de que el habla, el traje y la música de las aldeas pueden ser izados como estandartes nobiliarios.
Si hoy cualquiera puede vestir un traje gallego con legítimo orgullo, o pasar una canción gallega en los medios de comunicación es gracias a los que dieron el primer paso. Dijo Feijoo "Cando criei o meu coro, o traxe galego xa desaparecera do uso das xentes de Galicias, fora o que fose o seu plano social:Cecais algún fillo doutra rexión e poucos galegos de mal gusto vestíano en Carnaval para faceren ridiculeces e patochadas. Os mesmos primeiros coristas de "Aires da Terra" a pesares da súa cultura, aínda o vestiron con recelo".
"Cuando creé mi coro, el traje gallego ya dejara de ser usado por las gentes de Galicia, cualquiera fuese su plano social. Quizás algún hijo de otra región y pocos gallegos de mal gusto lo vestían en Carnaval para hacer ridiculeces y fantochadas. Mis primeros coristas de "Aires da Terra" pese a su cultura aún lo vistieron con recelo".
Cuando Aires da Terra se presentaba en Madrid con éxito en los mejores salones, no sólo defendía con valor la imagen de una cultura tradicional fuera de su contorno, sino que, implicitamente, estaba aleccionando a las oligarquías gallegas contra su desapego.
En 1914, Aires da Terra realizó una gira por Argentina y allí, en lo más dulce del triunfo, va a desaparecer. Al largo de catorce años, Aires da Terra actuara gratuitamente, y Feijoo prefiere disolver el coro en la cumbre de su fama, cuando aparecen los intereses económicos y amenazan prevalecer sobre la labor de restauración de la dignidad gallega.
Editado en 2004 coa colaboración do Concello de Pontevedra, Museo de Pontevedra e a Radio Galega
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